Dr. Eghon
Guzmán B.
Existen
diferentes métodos diagnósticos para evaluar la cavidad
endometrial tales como el curetaje a ciegas, la histerosalpingografía,
histeroscopía, ultrasonografía transvaginal, histerosonografía,
resonancia magnética y la anatomía patológica.
Es necesario evaluar la cavidad endometrial frente a las alteraciones
de los flujos rojos en paciente premenopáusicas, perimenopáusicas
y posme-nopáusicas. En pacientes premenopáusicas con alteración
de sus reglas es imperioso descartar gestación intra o extra uterina,
síndrome disfuncional, miomas submucosos, adenomiosis, atrofia
por gestágeno, endometritis por DIU, hiperplasia endometrial y
cáncer del endometrio.
En pacientes perimenopáusicas las principales causas de alteración
de los flujos rojos son la anovulación disfuncional, hiperplasia
endometrial, pólipos, miomas submucosos y cáncer del endometrio,
en cambio en las pacientes posmeno-páusicas el 75% de las alteraciones
de los flujos rojos son secundaria a atrofia del endometrio, el 25% restante
se debe a cáncer de endometrio, hiperplasia endometrial, mioma
submucoso y pólipos (Figura1).
Lo ideal es poder contar con un método que sea simple, con buen
rendimiento, indoloro, barato, inocuo, con contraindicaciones nulas o
escasas, de corta duración en tiempo, ambulatorio, que no requiera
de medicación y que no sea necesario una gran infraestructura.
En este contexto aparece la histerosonografía , que posee una gamma
de sinónimos como sonografía de infusión salina (SIS),
ecohisterografía, hidrosonografía, sonohisterosalpingografía
y ultrasonido sonoendometrial.
La técnica de la histerosonografía se publicó por
primera vez en Chile en 1979, por el Dr. Gabriel Leal, transformándose
en pionero mundial de la técnica que consistió en la introducción
de suero fisiológico en la cavidad uterina con el objetivo de observar
trompas y secundariamente el endometrio.
La histerosonografía tridimensional se inicio en 1998 con Zvi Weinraub
y Anna S. Lev-Toaff en 1999. El procedimiento es similar al 2D, pero con
la captura volumétrica de las imágenes estructurales endo
y miometriales. Las imágenes en los planos orto-gonales nos permiten
observar completamente la cavidad endometrial, el canal cervical y las
paredes del útero.
Las principales indicaciones para el uso del método son sangramiento
uterino anormal, en el estudio de infertilidad primario o secundaria para
descartar malformaciones de la cavidad uterina, en pacientes con antecedentes
de aborto a repetición, adherencias intrauterinas o metaplasia
ósea, en sospecha de pólipos, miomas submucosos. También
cuando es necesario una medición confiable del endometrio o para
seleccionar las pacientes que van a ir a una laparoscopía, en las
metrorragias por deprivación hormonal, en la sospecha de tejido
residual de enfermedad del trofoblasto, como ayuda en la hidrotubación
y por supuesto cuando la ultrasonografía transvaginal esta alterada.
Como todos los procedimientos diagnósticos desafortunadamente tiene
algunas limitaciones que se ven en los casos de estenosis cervical, útero
de mayor tamaño que un embarazo de 12 semanas, en miomas submucosos
gigantes que comprimen la cavidad endometrial, en las sinequias intrauterinas,
en procesos inflamatorio pélvico, en las retroversiones uterinas
severas, en caso de las cavidades alteradas y en algunos que se producen
reflujos masivos.
Hoy podemos decir que las principales aplicaciones de la ultrasonografía
3D en ginecología a nivel uterino son :
Malformaciones congénitas
Estudio de endometrio en el ciclo
Engrosamiento endometrial. ¿hiperplasia, Ca?
Localización y tamaño de miomas
Ubicación de DIU
Alteraciones del cuello uterino
Histerosonografía 2D
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El
respaldo clínico para fomentar el uso de la histerosonografía
3D está dado en la bibliografía.
El curetaje a ciegas no es el método ideal para evaluar patología
endometrial porque en el 60% de los legrados biópsico se obtiene
menos del 50% de endometrio y solo en un 16% de los legrados biópsico
se obtiene más del 25% de endometrio. World 1958.
Las biopsias con pipelle reportan resultados similares al legrado biópsico.
Novak 1970. AJR 1995.
La histeroscopía presenta un 2-4% de falsos negativos fundamentalmente
por error del operador con un 100% en el valor predictivo positivo y especificidad.
Locke 1989 Obstet Gynecol.
La ultrasonografía transvaginal es mejor que la biopsia a ciegas.
OConell 1998. Am J Obstet Gynecol.
La SIS, es superior a la ultrasonografía transvaginal, a la biopsia
a ciegas, a las biopsias con pipelle y a la histeroscopía que sólo
diagnóstica. Parson 1996, Wildrick 1996, OConell 1998, Kamplu
2001.
La histerosalpingografía tiene validez en patología de las
trompas pero no en patología endometrial, porque tiene entre 11-15%
de falsos positivos, 13-15% de falsos negativos y una especificidad sólo
de un 15%. Goldstein 1997 Human Radiology.
En consecuencia, frente a pacientes perimenopáusicas con alteración
de los flujos rojos, se debe realizar una ultrasonografía transvaginal
en los días 4-6 del ciclo. Si el endometrio es delgado menor de
4-5 mm lo más probable que se trate de atrofia del endometrio y
se requiere solo de control seriado. Si el endometrio esta engrosado mayor
de 5 mm o no es posible medirlo se requiere de una SIS. Frente a un endometrio
engrosado simé-tricamente mayor de 3 mm por capa en la SIS es imperioso
una Bx. En caso de lesión focal o engrosamiento asimétrico
en la SIS es necesario una histeroscopía con resectoscopía
(S.Goldstein New York University).
En pacientes posmenopáusicas con alteración de flujo rojo
se debe realizar una ultrasonografía transvaginal. Si el endometrio
es menor de 4 mm lo más probable es una atrofia del endometrio
con un 99% de valor predictivo prueba negativa.
En cambio si el endometrio es mayor de 4 mm o no medible es necesario
ir a un SIS.
Si la SIS nos muestra que el endometrio difuso es menor de 2 mm por capa
se trata de atrofia endometrial, si el endometrio es difuso no medible
es necesario una Bx ambulatoria, si la lesión es focal es necesario
una histeroscopía con resectoscopía. Peter Doubilet 2000.
Ante tan contundente evidencia hoy la ultra-sonografía transvaginal
y la SIS (Histerosonografía 2D y 3D ) son herramientas fundamentales
en la evaluación diagnóstica de la cavidad uterina.
Guzman
E. Evaluación de la cavidad endometrial por histerosonografía
3D. Rev Chil Ultrasonog 2002; 5:93-95.
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